El incidente en el hipódromo ocurrió una tarde de otoño del año 1984. La gente estaba disfrutando de las carreras y las apuestas, mientras los 🐎🐎🐎 galopaban por la pista con gracia y velocidad. Todo parecía estar en su lugar, excepto por un pequeño detalle: un bebé se había perdido.
Nadie sabía cómo había llegado o quién lo había dejado, pero lo cierto es que estaba allí, en el hipódromo, perdido y solo. Las personas que lo encontraron rápidamente dieron la alarma, pero ninguna sabía qué hacer. El bebé no paraba de llorar, y como no sabía hablar nadie podía identificarlo.
Fue entonces cuando un hombre desconocido se acercó y se ofreció a ayudar. Se acercó al bebé y lo sostuvo en sus brazos, calmándolo con una extraordinaria habilidad.
El hombre pidió un micrófono y comenzó a hablar. Tenía una voz profunda y aterciopelada, y con mucha calma pidió a los padres del bebé que se presentaran.
No pasó mucho tiempo antes de que estos aparecieran, aliviados al ver a su hijo sano y salvo.
Pero algo en ese hombre dejó a la multitud desconcertada. Parecía estar en el lugar equivocado, como si hubiera llegado desde un mundo diferente 🌏. Y cuando se fue, desapareció tan misteriosamente como había llegado.
La gente habló de él durante semanas, se preguntaba quién era y de dónde venía.
Durante 18 años en el pueblo no se supo nada más acerca de ese extraño hombre, pero eso, es otra historia.
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